14 de abril de 2011
EL HERALDO
Jerónimo y Tomás Uribe, hijos del expresidente Álvaro Uribe Vélez, mantenían una relación de negocios y hasta parrandearon con Héctor Ignacio Rodríguez, alias Nacho, señalado de haber sido elegido como concejal de Guachaca con el apoyo de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC.
Así lo reveló en versión libre ante la fiscal coordinadora de Justicia y Paz, Zenaida López Cuadrado, el exparamilitar y exjefe político del bloque Resistencia Tayrona de las AUC, José Gélvez Albarracín, apodado El Canoso.
Desde Bogotá, donde permanece recluido en la cárcel La Picota, Gélvez aseguró que los hijos del expresidente surtían su empresa de artesanías Salvarte comprándole productos a Nacho, quien tenía una fábrica llamada Art Coco.
También dijo que los Uribe se reunieron en tres ocasiones con él y el Concejal. “La primera fue una vez que los Uribe llegaron a Santa Marta y fuimos hasta las playas del Tayrona en un remolcador de propiedad del papá de Nacho, también llamado Héctor Rodríguez, un capitán retirado de la Armada Nacional”.
Contó, en su versión rendida la semana pasada, que los hijos del expresidente fueron acompañados por Pablo Parra, dueño de una reconocida discoteca. “La embarcación —relató— partió de la marina del edificio Cascada. Bebimos licor y estuvimos hasta las 4 p.m., cuando regresamos de las playas del Tayrona”.
Las otras reuniones. El segundo encuentro, según El Canoso, fue durante un Carnaval de Barranquilla en el que todos desfilaron en una comparsa bautizada La Fiebre Amarilla, en alusión a que los titíes cabeciblancos se estaban muriendo por esa enfermedad en la Sierra Nevada de Santa Marta.
“La última reunión fue en Bogotá, en el restaurante Gaira, de propiedad de Guillermo Vives, cuando hicieron el lanzamiento de la candidatura de la señorita Magdalena Laura Abisambra”, aseguró Gélvez, quien aclaró que ese encuentro no tuvo nada que ver con las AUC. “Simplemente fuimos como asistentes”, precisó.
Sostuvo que Jerónimo y Tomás “debían saber que yo era el político de las Autodefensas. Nacho debió habérselos dicho porque sabía que fue elegido con el apoyo de las AUC, y yo era quien manejaba las relaciones políticas del bloque Resistencia Tayrona”.
También manifestó que los Uribe tenían la intención de conocer a Hernán Giraldo Serna, alias El Patrón o El Viejo, excomandante de ese bloque, pero la reunión nunca se hizo.
Ciertamente la noticia y la versión del testigo son parte de la campaña de calumnias: aun suponiendo que todo fuera cierto, la posibilidad de que alguien "debió haber dicho" es una prueba bizarra, aunque los que conocen los procesos por parapolítica dicen que siempre son así. Una vulgar calumnia.
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